Los modernos materiales empleados en la fabricación de platos de ducha y bañeras han revolucionado la estética, la funcionalidad y la economía. Quienes decidan renovar su baño y cambiar la bañera por ducha pueden encontrar una gama muy amplia de precios, colores, formas y materiales.
Si alguna vez has sucumbido a un plato de ducha de resina, apreciarás su superficie antideslizante y su resistencia.
Los platos de ducha de resina están hechos de una mezcla de minerales y resinas con una capa superior de laca, pintura o gel coat. Es antibacteriano y fácil de limpiar. ¿Quieres saber cómo limpiar tu plato de ducha de resina y qué productos usar si no quieres dañar este material primero? Veamos cómo mantener esta superficie como el primer día.
Sigue nuestras recomendaciones, ya que los materiales y la calidad no siempre son los mismos. Si no encuentras esa información, aquí tienes algunas recomendaciones básicas para la limpieza de platos de ducha de resina que son aptas para todo el mundo.
Limpiar un plato de ducha de resina
Limpiar un plato de ducha de resina a veces puede ser una tarea difícil. Sin embargo, son uno de los platos de ducha más demandados por su precio asequible y facilidad de limpieza gracias al acabado Gel Coat antibacteriano.
El principal problema de limpieza es que otras sustancias presentes en el baño pueden gotear o derramarse sin que se note y causar incidentes si no se limpia inmediatamente.
Lo ideal si te estás preguntando cómo limpiar un plato de ducha de resina es utilizar una esponja que no frote o un paño que no suelte pelusa. Esta es una forma de blanquear un plato de ducha de resina y no dañar el revestimiento antideslizante y antibacteriano.
Recuerda utilizar siempre productos no abrasivos para conservar más tiempo el plato de ducha.
Cómo quitar las manchas oscuras en un plato de ducha de resina
Un caso extremo que requiere una intervención rápida debido a los productos presentes en el baño es, por ejemplo, cuando se cae el barniz o el esmalte de uñas. En este caso, y excepcionalmente, es necesario utilizar cantidades iguales de acetona y agua para eliminar la mancha sin dañar el acabado.
Materiales para hacer la limpieza de un plato de ducha de resina
Todo lo que necesitas es un paño suave de microfibra o una esponja, acetona y agua.
En primer lugar, se evita siempre el uso de productos químicos abrasivos para limpiar los platos de ducha de resina. Sin embargo, como en este caso, es posible que el plato de ducha no esté completamente limpio.
Es hora de usar partes iguales de la solución de agua y acetona y aplicarla sobre la mancha. Frote suavemente con un paño sin pelusa para que la mezcla elimine la mancha. Cuando se complete este proceso, se puede enjuagar todo con agua y jabón. Tenga en cuenta que si la acetona permanece durante mucho tiempo, se pueden producir daños permanentes.
Como ves, decolorar un plato de ducha de resina es una tarea fácil, aunque siempre debes tener cuidado para evitar posibles manchas de esmalte de uñas, acetona o productos similares.
Según el color de la placa, la suciedad será más o menos visible, por lo que es conveniente realizar el mantenimiento una o dos veces por semana para evitar que se acumulen escamas y suciedad.
Por ejemplo, para limpiar un plato de ducha de resina blanca, recomendamos limpiarlo con un paño de algodón todos los días después de su uso. De esta forma eliminaremos cualquier resto de suciedad y jabón que pueda quedar. Notarás que desaparecen inmediatamente y tu plato de ducha brilla como nuevo.
¿Qué pasa si el agua es muy alcalina?
Si vives en una zona donde el agua es muy dura y no has instalado un plato de ducha, lo mejor es elegir un color claro. Ahora bien, para desincrustar un plato de ducha oscuro hay que tener mucho cuidado.
Las manchas de cal incrustada pueden estropear el color original de tu plato de ducha. Por ello, para limpiar un plato de ducha de resina negra con manchas de cal evidentes, recomendamos:
- Utiliza un producto antical específico o haz, una mezcla casera con vinagre de vino blanco al 50% y agua.
- Humedece el plato de ducha.
- Aplica un producto antical o una solución de vinagre y agua.
- Déjalo actuar unos minutos.
- Frota con un paño de algodón en un movimiento circular. Comprueba que a medida que frotas se va quitando la tiza. Si no, déjalo actuar unos minutos más y presiona pero sin pasarte.
- Enjuague con abundante agua.
- Seca la superficie con un paño de algodón limpio.
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